11 Mirad qué ha producido entre vosotros esa tristeza según Dios:
¡qué interés y qué disculpas, qué enojo, qué temor, qué añoranza, qué celo,
qué castigo! En todo habéis mostrado que erais inocentes en este asunto.
12 Así pues, si os escribí no fue a causa del que injurió, ni del
que
recibió la injuria. Fue para que se pusiera de manifiesto entre vosotros ante
Dios vuestro interés por nosotros.